Últimamente me ha tocado subir mucho a Basilea, para ver a una personita muy especial, pero ya de por sí, la ciudad es de las que te roba el corazón (la personita también). Hablamos de la tercera ciudad más poblada de Suiza con sus 172.000 habitantes. Cruce de caminos entre Suiza, Alemania y Francia. También cuentan que es la ciudad de la suiza alemana con más horas de sol y de luz (siempre hay un par de grados más que en Zürich). También es la ciudad con más museos de toda Suiza (cuenta con 40 museos). Si Berna es la capital administrativa, Ginebra la diplomática, Zúrich la económica, Basilea es la capital universitaria.
Para empezar quizás os debería de hablar de lo típico: la catedral de Basilea, la plaza del mercado y el ayuntamiento con su piedra roja, el río Rín, sus puentes. Y vale, os paso unas fotillos y al final del post os recomendaré unos pedazo de blogs chulos, chulos que os cuentan esos aspectos mucho mejor que yo.
La zona de Grossbasel (que es lo opuesto al Kleinbasel, y consiste en una agrupación de barrios: St.Johan, Am Ring, la zona de Kannenfeldplatz, Gundeli, detrás de la estación de tren, St.Jakob, Dreispitz, St.Alban, etc), de atmósfera tranquila, recovecos, tiendas, macetas. Para saber más sobre los edificios históricos, echad un vistazo a la Wikiwand.
De pasear por sus tranquilas calles me he colado poquito a poco. La zona de Kleinbasel con su preciosa Rheingasse (heladería Acero en el número 13, bar de conciertos Grenzwert en el 17, restaurante tradicional Fischerstube en el 45), Lindenberg, Kartausgasse o Rebgasse.
Te puedes quedar totalmente hipnotizada en la orilla del río, paseando, tomando un té helado, disfrutando de sus atardeceres. Rheinweg, por ejemplo.
Tampoco podéis perderle la pista al bar-cooperativa Hirscheneck (Beizgenossenschaft), en la calle Lindenberg 23. Desde 1979 es un ejemplo de local autogestionado y colectivo: mismo sueldo y misma responsabilidad para todas las personas que trabajan allí. Hacen conciertos (ahora en veranito están en pausa). Se trata de un local libre de homofobia, de sexismo y de racismo.

Y saltamos de barrio y nos vamos al de St.Alban. Allí me llamó la atención los restos de muralla.
Podemos seguir una ruta para buscar los Space Invaders que hay por la ciudad, o seguir la ruta propuesta de 1h30:
Y bueno la comida, no es que sea muy distinta, pero suele ser un pelín más barata que en Zúrich.
Para tomar unas copas, en Café des Arts (en Barfüsserplatz), para escuchar rock en el Redrocks, para comer Flammkuchen en el Kohlman‘s (aunque allí los llaman Feuerkuchen) y para salir a buscar la gente joven (quizás en el MrPickwick), un bar para cenar y quizás al cine, tu calle es la Steinenvorstadt.
Y ahora sí, blogs recomendados para conocer mejor Basilea:
- Cosmopolilla estuvo en julio 2017 y nos muestra 15 curiosidades sobre Basilea.
- La Libreta Roja estuvo allí en 2012. Igual no ha cambiado nada la ciudad.
- Mis zapatos viajeros, que vieron Basilea en un día.
- Ociore fue a Basel en 2011 y a la fundación Beyeler, y más tarde a su mercadillo navideño.
- Para amantes de la arquitectura.
Nos despedimos saliendo por una puerta, con la Spalentor:
Jo qué chulo, y yo que sólo he ido a Basel al aeropuerto!
Pues nada, a acercarte allí con los monstruitos y a mostrarle los space invaders y las fuentes de Tinguely. Besotes