Si ya poder encontrar un piso es una auténtica hazaña, todo lo que viene después es aún peor.

Empiezo por el principio. En Suiza el concepto inmobiliaria tal y como lo tenemos en España es inusual (no es que no exista, por ejemplo Mata-Dienst te ayuda a encontrar un piso, a cambio de un 75% del valor del primer mes). Las inmobiliarias en general son una especie de administración de fincas. Su función es la de hacer el proceso de elección del inquilino, gestionar las reformas, etc…pero tú eres el que debes buscar el piso, ellos no lo buscan por ti. Existe una web, se llama www.homegate.ch y es de la que derivan muchas otras como inmoscout24, etc.

Ves el piso que te interesa: contactas en la forma que ellos quieren, bien te dan un número de teléfono, un mail o directamente con el formulario de la página. Vas y ves el piso el día que ellos quieren (suele ser intervalo de una hora), junto con unas 20 personas más que quieren lo mismo que tú. Luego recoges el formulario para rellenarlo y enviarlo por fax+correo urgente (formulario en que hay que poner cuál es tu sueldo, donde trabajas más su número, dónde vives y por qué te mudas, si tienes hijos, mascotas, si tocas un instrumento, qué tipo de permiso de residencia tienes, tu religión, etc). Y a esperar.

Luego te dan la alegría de que eres uno de los elegidos, uno entre quizás 30 personas, y nada más aceptar te envían el contrato de alquiler más los recibos para que hagas el pago del depósito (3 meses por adelantado) y ale! a pagar el mes que te toca más el depósito.

Los pisos te los dan sólo con paredes (en un 95% de los casos son sin muebles, algunos si que tienen armario empotrado…en mi caso no), ni siquiera lámparas. Vuélvete majara visitando lugares de segunda mano, Conforama, Ikea, Sihlporte, etc…para ver dónde encuentras la cama más barata, el sofá más económico, la mesa, sillas, armarios, etc..por no hablar de cucharas, cuchillos, tenedores, sartenes, olla, abrelatas, rallador….. eso sí, es casa propia.