El Ticino se merece un millón de entradas. Es uno de los cantones que más sorpresas ofrece, en el que se respira un ambiente relajado, y en el que uno se siente más cerquita de casa (del mediterráneo).
La llaman el balcón de Suiza por su vegetación y su luz. Ir en cualquier época del año allí es un placer inigualable.
Foto: Río Maggia, Locarno (semana santa 2009)
Si vas en época de Carnavales Bellinzona te sorprenden con sus defiles, su colorido y el buen ambiente. Si amas el deporte, puedes correr en una de sus maratones (como la de Tenero), hacer un triatlón, cruzar por sus montañas en mountain bike, nadar en sus lagos o hacer senderismo por una de sus cientos de rutas. Si eres un apasionado de la cultura tienes festivales de jazz como el de Lugano o el de Ascona, conciertos a lo grande como el Moon and Stars en julio, festivales de cine como el de Locarno, museos, galerías de arte, etc.
El Ticino se puede visitar a lo «low cost«, o a todo lujo, con la familia, con amigos, con la pareja. Hay infinidad de posibilidades. No es la primera vez que voy, aunque sólo una vez escribí un post sobre mi visita. He estado en muchas más ocasiones, y este fin de semana pude disfrutar con otra perspectiva de la bellísima Ascona y de la cinematográfica Locarno.
Para quiénes van en plan mochileros las posibilidades de alojamiento se reducen a los albergues juveniles, a los apartamentos de vacaciones o a las cabañas de la asociación de montañeros (SAC). A mí me han recomendado en particular el Albergue juvenil de Figino.
Foto: Loco, Isorna, en julio 2009.
Este fin de semana estuve con mis compañeros de trabajo, para presentar un documental en la noche de clausura del Festival de Cine de Locarno. Y he de decir que prepararon una excursión de lo más completa y a con todo lujo de detalles, algo a lo que no estoy muy acostumbrada. Nos alojamos en Locarno en el Hotel Ramada Arcadia. Es un cuatro estrellas, con las instalaciones un poco envejecidas, personal muy amable, habitaciones grandes, muy limpio y un desayuno que para mí fue excelente (otros opinaban que era escaso, pero vamos, yo me puse las botas).
Iniciamos la excursión cogiendo el bus de la Línea 1 para ir a Ascona. Tras callejear por sus pintorescas calles, fuimos a comer al Restaurante Easy Seven. Comimos muy bien, pero hacerlo en el paseo marítimo tiene su precio. Me zampé una lucioperca, bueno, un trozo, porque los restaurantes pijillos ponen raciones más bien concentradas, y sus 32 CHF me pareció caro. Los demás comieron pizza y la de frutti di mare llevaba marisco de verdad, no de ese congelado que venden en el coop, si no fresco. Hay un Grotto que es más familiar y donde se come muy bien y bastante más barato: Baldoria. Os pongo las opiniones del tripadvisor también (a mi me lo recomendó uno de los marineros del barco, así que iré a la próxima ocasión).
Cogimos el barco en Ascona (que creo que costó unos 17,9 CHF el día) y navegamos dirección San Nazzaro, Gerra, Brissago, y tras unas dos horas regresamos a Locarno. Una opción recomendable es quedarse en las Islas de Brissago y visitar su jardín botánico, que cuesta unos 8 CHF.
Fuimos a cenar al Restaurante America en la Piazza Grande y no podía irme sin probar le linguine alle vongole (pasta con almejas). Pero mis compañeros eligieron casi todos el Coniglio con polenta (conejo) o un Rissotto Ticinese. La polenta es una pasta hecha con harina de maiz amarilla. La comida estuvo riquísima, pero lo mejor fue estar en aquella plaza.
Foto: Piazza Grande con el escenario del Festival de Cine, Locarno, 2013
A las 20h30 nos hicieron pasar por la alfombra roja del festival para ir a ocupar nuestros asientos. Cuando comenzó la gala y comenzaron a repartir guepardos de oro o de plata, cada vez que la presentadora decía un nombre de algún español, me llenaba de orgullo. En este caso pudimos escuchar el nombre del catalán Albert Serra y el del gallego Lois Patiño.
Para salir por Locarno están las calles en torno al Castello (Bar Castello, Cambusa Teatro, etc.), con toda la gente en la calle, como en Alicante. Estuvimos en la fiesta organizada por el festival, en la Ex Scuola Magistrale, con buena música (consiguieron que la gente se arrancara a bailar). Más tarde estuvimos en el Teatro Paravento, que tenía una terraza estupenda.
Al día siguiente paseamos por Locarno y fuimos a bañarnos cerca del Viale Verbano, en Muralto. Y la visita llega a su fin. Ticino tiene tanto que ofrecer: un paseo desde Lugano hasta Gandria, bañarse en el Valle de Verzasca, disfrutar de un concierto en Lugano, subir hasta Ronco sopra Ascona, etc.
Ché, cada foto parace de un lugar distinto. Mola que esté todo en la misma zona. Desde las casas encantadas de Cuenca hasta las cataratas de Iguazú…. bueno, tal vez estoy exagerando, pero parece muy bonito en las fotos.
PD: Lucioperca? Mande?
Todo está cerquita. Y la realidad supera las fotos. Todo es precioso.
Y la Lucioperca era del Lago Maggiore. Ahora que he visto una foto del pez, entiendo que me pusieran un pedazo tan pequeño…. http://es.wikipedia.org/wiki/Sander_lucioperca
[…] os he dicho muchas veces que me encanta el cantón del Ticino, pero en esta ocasión al ir con una amiga suiza que ha […]