Ya os he dicho muchas veces que me encanta el cantón del Ticino, pero en esta ocasión al ir con una amiga suiza que ha veraneado allí desde pequeña, me ha gustado muchísimo más.
La razón por la que os escribo esta entrada, es porque me gustaría que disfrutárias tanto como yo, de otra parte menos conocida del cantón italoparlante.
Me fui el domingo por la tarde en tren (el precio de ida y vuelta con halbtax es de 62 CHF, 124 CHF sin ella). Me recogieron mis amigas en Mobility por la noche, a las 23h en la estación de Locarno. Y de allí fuimos a la casa de los abuelos de mi amga, que está situada en una pequeña comuna del valle de Onsernone. Hasta allí llegaban los autobuses amarillos de La Posta, pero el último había pasado ya a las 18h.
La mañana del lunes tras un copioso desayuno suizo (compuesto por frutas, mermeladas caseras, matequilla, pan recién comprado en la panadería del pueblo, queso…), nos fuimos a Locarno para devolver el coche y a despedir a una de mis amigas, que ya regresaba a su trabajo.
En el puerto nos tomamos unos cafés con hielo (5 CHF cada uno) y cogimos el barco. Cuesta 24,50 con halbtax para dar una vuelta dentro de la parte suiza del Lago Maggiore (en la parte italiana, ni la GA ni el halbtax tienen descuento). En el recorrido pasamos por Magadino, Vira, San Nazzaro, Ascona para desembarcar inicialmente en Isole di Brissago.
Allí hay un jardín botánico, cuya entrada cuesta 8 CHF. En mi opinión vale la pena su visita. Pero claro mi criterio no cuenta, ya que en España trabajé en un jardín botánico, y tengo cierta querencia por las plantas y las flores por deformación profesional. Así que eso, lo dejo a vuestra elección. A mí me fascina su historia, y la increíble colección de plantas de todos los continentes que tienen. También me cautiva ver todas las plantas mediterráneas, las que echo de menos como árboles cítricos, como palmeras, como simplemente las hierbas aromáticas que crecen en los montes.
Después de visitar el área, nos metimos en una playa de arena y piedras, que está en las faldas de la parte de bosque australiano del jardín botánico.
De ahí tomamos de nuevo otro barco para ir a Ascona para comer algo. Como llegamos muy tarde (14:30) ya no cocinaban todas las opciones de la carta, y ésta se veía bastante reducida. Pedimos pasta: salimos a 30 CHF cada una (un plato bastante abundante de pasta, 1 cerveza y un café). Me hubiera gustado comer polenta o risotto, pero llegamos demasiado tarde para ello.
Visitamos el pueblo, sus galerías, sus tiendas de souvenirs, sus callejuelas.
Además subimos hasta el Monte Verità. Se trata de una colonia utópica formada en el año 1900, socialista y vegetariana.Entre sus visitantes podemos contar con gente como Hermann hesse, Isadora Duncan, Max Picard, Paul Klee, Hugo Ball. En la actualidad es un centro de congresos, hotel y hay una bonita casa y jardín del té japonés.
Como se puso a llover decidimos regresar a Locarno. Cogimos de nuevo el barco, donde nos comimos un helado artesanal. Hicimos las compras para cenar aquella noche en casa (mucho queso y cerveza) Y allí el bus de camino de nuevo hacia el valle, por carreteras sinuosas. Siguió lloviendo toda la noche y bajaron las temperaturas.
Al día siguiente amaneció nublado y apenas vimos el sol. Había unos 20 grados. Decidimos hacer una ruta de senderismo (nivel T2). Subimos desde Berzona hasta Sella, y allí nos bañamos en el manantial del río o manantial Bordione (muy apreciado para los que hacen barranquismo). Había castaños, vacas, piedras, flores, cascadas, silencio.
Los pueblos del valle hacen gala de su religiosidad con sus imágenes de vírgenes o Madonna, y sus cristos.
Comimos en casa y por la tarde nos fuimos paseando al pueblo de Loco. El museo estaba cerrado y el molino (Mulino di Loco) también. Nos quedamos con las ganas. Pero compramos en el pueblo postales, sellos, polenta, mermeladas, etc.
Cenamos allí en el Caffe della Posta: prosciutto cotto e crudo, coppa, salame, y por supuesto queso. Salimos a unos 30 chf por cabeza también. Bebimos eso sí unas cervezas San Rocco, que son las cervezas artesanales de la región.
Al día siguiente tras otro desayuno antológico, limpiamos la casa y perdimos el autobús de las 9h por muy pocos minutos (el siguiente salía a las 13h y no nos apetecía esperar tanto).
Así que decidimos hacer auto-stop, algo bastante habitual en estos valles del Ticino. Nos recogió una amable mujer con la que estuvimos hablando de la afición de su marido al estudio de las setas. Además de hablar sobre la fotografía, el arte y cómo no, en español, idioma que adoraba. Le dijimos que queríamos bajar a Intragna a bañarnos, o a otro lugar que tuviese acceso en tren a Locarno. Nos dejó en Tegna, dónde nos recomendó Il Pozzo (unas pozas de agua del río Maggia) para bañarnos. Un lugar de ensueño: arena blanca, aguas trasparentes y una cascada. Las fotos no le hacen justicia.
Hicimos picnic allí y tomamos el tren Tilo de nuevo a Locarno para regresar a la rutina de la ciudad. Yo con sobredosis de queso y más feliz que una perdiz. Gracias Theresa.
Hola Zuriquesa, el proximo fin de semana aprovechamos el puente para ir a conocer el maravilloso sur de Suiza asi que tu entrada me va de maravilla!.
Solo una pregunta, las pozas de Tegna, estan en el mismo pueblo? como podemos encontralas?
Hola Ursula, hace muuuuuucho que no nos vemos!
Te paso la ubicación de google de las pozas: https://www.google.ch/maps/place/Pozzo+di+Tegna/@46.186033,8.7488079,15z/data=!4m5!3m4!1s0x0:0x4027f7e9783cf815!8m2!3d46.186033!4d8.7488079
Son muy fáciles de localizar.Están entre Ponte Brolla y Tegna, y están bastante accesibles. Espero que tengáis mucho calor. Lo digo porque el agua está muuuuuuy fría.
Un abrazote para ti y tu marido.
Gracias, ya lo imagino! Estuvimos el pasado fin de semana en Jungbrunnen (cerca de Adelboden), nos explicaron que si te baNas, te mantienes joven para siempre. Tras meter los pies descubrimos el motivo, o te mantienes joven o mueres de hipotermia! jejejeje A ver si nos vemos pronto, seguro que en algun evento del ateneo o marea granate… ya te explicaremos como ha ido con tus consejos por Ticino
Un saludo
Jajaja, yo me bañé en las pozas y en el manantial y ahora parezco una niña de 25, jajajaja. Un abrazo
Estaba todo megafloreado.
Qué bonico.
De lo de hacer autostop ya hablaremos otro día…
Si lo hace mi amiga suiza, pues yo también. Allí es habitual, porque suelen ser jubilados amables los que residen en esa zona. No nos pasó nada de nada. No estábamos solas. Éramos dos.
Jolines pero qué chulo todo! Y menudos desayunos os metéis entre pecho y espalda, me encanta! Tengo que ir sin falta algún finde desde luego. Precioso post!
El desayuno es la comida más importante del día, por eso no nos privábamos de nada. Ya me contarás si te gusta cuando vayas. Un abrazo