Ayer, 13 de enero para terminar de cuidar mi hígado y de posponer esa dieta depurativa indefinidamente, fuimos a casa de nuestra querida Anastasia a celebrar la nochevieja rusa. La anfitriona preparó su casa con un bufet de comida y una gran olla de sopa, con mucha bebida (cervezas alemanas, vino argentino, español e italiano, mucho cava o champaña, vodka, etc.) y muchos dulces, música para bailar y gente de todo el mundo como invitados (Polonia, Croacia, Suecia, Italia, Rusia evidentemente, etc).
Preparó lo que nosotros llamamos ensaladilla rusa, que ellos dicen que tiene origen francés (en lugar de con atún, la hizo con carne) y la llaman ensalada Olivier. Os dejo un enlace y una foto del blog la Cuisine de Uliana por si queréis preparar una y conocer un poquito más sobre su origen.
Foto: Ensalada Olivier: La Cuisine de Uliana
También pudimos comer la ensalada «Arenques bajo abrigo de piel» que nuestra amiga Theresa borda a la perfección (la hizo con trucha ahumada en lugar de arenque, patata, remolacha, etc.) y tenéis las fotos y la receta de Madrider (blog súper interesante para conocer mejor Madrid desde otra óptica):
Foto de Madrider.es: Seliodka pod shuboy
Y para entrar en calor, la sopa de remolacha y verduras (la tradicional borsch) en una receta de Lena en su precioso blog Delicioustories:
Foto: delicioustories.com (sopa borsch)
Cuando se acercaban las 21h de la noche, emulando ser la medianoche rusa, con una película coloreada seguimos las campanadas y brindamos con champagne. Para seguir con una tradición encendimos dos bengalas: una por el año que acabó y otra por el que comienza.
Foto de Elena (he recortado las caras, jijiji)
En occidente celebramos el año nuevo el 1 de enero siguiendo el calendario gregoriano, pero si hubiéramos continuado con el calendario juliano (por Julio César), despediríamos el año el 13 de enero y sería el 14 de enero el día en el que estaríamos de resaca. El Año Nuevo Viejo, como así lo llaman, se celebra también en países como Bielorrusia, Ucrania, Macedonia, Serbia, etc., ya que la iglesia ortodoxa sigue el calendario juliano.
Y ahora toca relacionarlo con el país en el que resido. En Suiza también se celebra el Año Nuevo Viejo, y más concretamente en el cantón de Appenzell. Como el calendario gregoriano vino por decretazo del Papa, los países protestantes se oponían a adoptarlo. En Suiza los cantones católicos fueron los primeros en acogerse al nuevo calendario con 13 días de diferencia (Uri, Schwyz, Lucerna, Zug, Friburgo, St.Gallen), oponiéndose a hacerlo los cantones o poblaciones protestantes. Más tarde lo fueron aceptando de forma paulatina hasta 1812 (las últimas fueron Sent, Schiers, Grüsch y Avers, poblaciones del cantón de los Grisones o Graubünden).
En Appenzell Ausserrhoden (Urnäsch, Herisau, Hundwil, Stein, Waldstatt, Schwellbrunn y Schönengrund) se celebra la nochevieja desde el 31 de diciembre hasta el 13 de enero con el Silvesterchlausen. Los Klausen o Nicolás llevan máscaras y vestimentas que representan el bosque, la naturaleza, lo feo (die «Wüeschte») y lo bello (die «Schöne»):
Foto: appenzellerland.ch
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