Este año he visitado muy poquitos mercadillos navideños: he estado en el de Zúrich y en el de Uster. Por ello cuando mis amigas (gracias There, Lilo y Heike!!) me propusieron ir al de Friburgo (no confundir con Friburgo de Suiza), no me importó repetir destino, aunque hubiera estado en 2009. Esta segunda vez me ha gustado el doble que la primera, quizás porque estuvimos más tiempo o porque lo llevamos con más calma (odio visitar lugares a contrareloj, y la otra vez recorrimos en un fin de semana Basilea, Estrasburgo y Friburgo).

De nuevo viajamos en tren, el trayecto dura 1h50 de punto a punto con el tren ICE. El billete con la oferta de SBB cuesta 55 CHF ida y vuelta con halbtax (un 25% más económico). Para los que quieren una ganga aún más económica (vamos, si vas tieso con tanto gasto navideño): la mejor opción es coger el autobús de Myfernbus.de (tienen trayectos por 12,50 y 8 €, a Freiburg, pero también muy buenos precios a Konstanz, München, Stuttgart, Berlin, etc…).

(Friburgo a través de una ventana, y su sol de invierno)

La ciudad de Friburgo tiene unos 219.000 habitantes, casi alcanza los mismos que Elche (230.000).

(uno de los canales de la ciudad)

Es considerada la ciudad con más horas de sol de Alemania (unas 2.000 horas), quizás por ser la más meridional.

(hay millones de ornamentaciones en tonos dorados)

Es una ciudad universitaria y reconocida a nivel mundial por ser pionera en el ecologismo (capital de la ecología) y en el uso de la energía solar.

(como todo mercadillo navideño que se precie, hay música en cada rincón. Si hay algún músico en la sala que me diga qué instrumento es éste… a mí me recuerda al cimbalón húngaro…)

A lo largo de su historia, Friburgo ha sido ocupada por los franceses (por ejemplo, después de la Guerra de Secesión española, o en la época de Napoleón). Que no nos extrañe nada oir francés cuando deambulamos por sus calles, ya que la frontera con Francia está sólo a 3km.

En 1944, gran parte de la ciudad quedó destruida por los ataques aéreos de los aliados.

El viejo ayuntamiento, con la fachada pintada de rojo, sede de la oficina de turismo

Otro monumento espectacular es la catedral o Münster, y el bonito mercadillo de frutas, verduras y artesanía que había en la Münsterplatz. La catedral es de estilo gótico, destaca por el color rojizo de sus paredes y su campanario, que sigue en obras, de 116 metros.

(fíjate cuándo estés cerca de la catedral, en sus gárgolas)Otro elemento que hace Friburgo reconocible en las fotos son esos pequeños canales o riachuelos, que discurren directamente junto a las aceras.

(puedes comprar los barquitos)

Dicen que si metes el pie en uno de estos canales o riachuelos, volverás otra vez a la ciudad.

Algo especial en sus calles son esos patios interiores, dónde a veces hay cafeterías, galerías de tiendas o edificios señoriales.

Glühwein sólo 3 €Badischer Schlemmerpfanne in Fladenbrot (o lo que es lo mismo, un montón de carne adobada, son salsa de ajo por menos de 5€)

La famosa Puerta de Martin (Martinstor) al fondoAugustinerplatz

Café Manna: unos 13 grados y todo el mundo en la terraza

Los cafés del Manna son un poco caretes (aunque menos que en Suiza), pero las tazas van generosamente llenas. Además de que tienen una gran variedad de cafés, tés, chocolates, tostadas, pan casero, etc, y además, leche sin lactosa, leche de soja, etc.
Uy, qué borrosilla está esta foto de la cerveza Rothaus Pils y de la copa de Prosecco… (a ver si maromo se da por aludido, y me deja coger su cámara réflex).

Caminar, comer, beber, reir, hacer fotillos, volver a beber, y por supuesto comprar mis queridas Hanuta, y algún otro producto del mercadillo (té, miel, dulces, etc.). Una excursión en Alemania que os recomiendo a todos, está muy cerquita.