(… que quizás no sabías, puede que te interesen o no, alguna te puede hacer reír, alguna reflexionar…)
1. Aseos públicos
Una de las cosas que más me sorprendieron cuando llegué hace 7 años es la cantidad de WC-váters-aseos públicos que hay. Vale, puedes pensar que vaya temita para empezar a hablar de curiosidades. Pero qué quieres que te diga, a mí que una ciudad tenga a tu disposición 103 instalaciones de WC y el compromiso de limpiarlos dos veces al día, me parece que es algo que ya quisieran otras grandes capitales para sí (os recuerdo que Zúrich no es una capital). Por ejemplo, Madrid contaba hace años con sólo 37 instalaciones (no he encontrado información más actualizada).
2. Barrios
En Zúrich hay 12 barrios o Stadtkreise. Los más apreciados a la hora de buscar piso dónde vivir son los barrios 1 (Altstadt), 3 (Wiedikon), 4 (Aussersihl), 5 (Industriequartier), 8 (Riesbach o Seefeld) y 10 (Höngg y Wipkingen). El barrio 2 (Enge y Wollishofen), especialmente la zona de Enge, va creciendo en interés (eso es sinónimo de más demanda de pisos, menos oferta, ergo, más difícil de encontrar una casa).
Lo curioso es que los barrios que menor demanda tenían hace años se están convirtiendo en los nuevos «in«: hablamos de los barrios 11 (Oerlikon, Affoltern y Seebach) y 12 (Schwamendingen). Fueron tachados el primero de aburguesado, el segundo de «gueto«. Lo cierto es que en la actualidad viven allí un alto promedio de familias con niños, tienen grandes extensiones de zonas verdes, tienen muy buenas conexiones con el centro en transporte público (en menos 15 minutos con un S-Bahn o tren de cercanías) y el precio del alquiler todavía es accesible.
El barrio 6 (Unterstrass/Oberstrass) es en el que residen los estudiantes de la Universidad y de la ETH, además de los trabajadores y doctorandos. El barrio 7 (Fluntern y Hottingen) es barrio residencial, donde reside la burguesía desde tiempos inmemorables. Ahora junto a él, uno de los barrios más «pijos» es el 8.
En el barrio 9 (Alstetten y Albisrieden) es uno de los barrios dónde más español puedes escuchar por la calle (junto con el barrio 4 -Langstrasse- que viven un 2,7% de españoles).
Para escribir este punto me he basado también en el libro de Susann Sitzler «Überleben in Zürich: 365 Dinge, die man über diese Stadt wissen sollte«. Está hecho para alemanes, pero es muy interesante.
3. Ligar es imposible?
Ligar en Zúrich es más difícil que usar sacarle partido aun bikini en Siberia. No lo digo yo, los dicen los propios zuriqueses. Esto es un tópico, no siempre se cumple, pero las zuriquesas quieren bailar con sus amigas y que no las moleste nadie, luego se quejan de que no les entra nadie (cito textualmente, que los tíos no tienen los huevecillos de hablar a una mujer: «Sie haben einfach nicht mehr die Eier, eine Frau anzusprechen«). Los zuriqueses están cansados de su arrogancia, pero al mismo tiempo se han instalado en ese «modus operandi«: no miro, no hablo, no ligo. Y diréis, pues chiquilla,» es que tú eres muy maja, pero no especialmente guapa». Pues ya lo sé, tengo espejos en casa, pero he salido con amigas pibones y lo de ligar aquí sólo funciona con las aplicaciones de Tinder o con las citas «speed-dating«.
Si aún así quieres intentar ligar y te gusta de ir discotecas, el blog Noisey recomienda hacerlo en Vior, Gonzo, Zukunft o Plaza; y te da consejos de frases que puedes decir (al artículo es bastante divertido e irónico). Más truquitos en el blog de Tages Anzeiger.
4. Cocaína
Vaya temita, pues sí. Desmontando mitos. Hace unos años en SRF, la televisión suiza se publicó esta estadística sobre el consumo de cocaína en la fiesta de la Street Parade, odiada por muchos, amada por otros (entre ellos, los camellos), a la que acuden aproximadamente un millón de visitantes.
Fíjate que la barra de color rosa es la cantidad de cocaína en las aguas residuales en gramos por día. Pues sí, en Street Parade hablamos de 2kg, ¡¡¡pero fijaros en la barra azul!!! «Normaler Wochentag» significa día entre la semana: y hablamos de un tercio del consumo que habría en la Street Parade (sin ese millón de visitantes que mencionaba antes).
Más datos en Tages Anzeiger en un artículo de 2010.
5. Tiburones en el Limmat
No es broma, fue una campaña de la policía de Zúrich en el verano de 2014.
Advierten de que es cierto, los tiburones no son un peligro en los ríos de Suiza, porque no hay ninguno. Sin embargo durante los meses de verano, son muchas las personas que mueren ahogadas. Para tratar de reducir esos dramáticos casos idearon esta campaña con seis consejos o reglas a tener en cuenta:
- Los conductores de botes hinchables deben llevar un chaleco salvavidas.
- Nunca exceder la carga máxima recomendada del bote.
- Nunca atéis los botes juntos, ya que perderéis maniobrabilidad.
- Antes del viaje, debéis explorar el terreno o los tramos del río que son desconocidos para vosotros.
- Nadad en aguas abiertas como ríos, lagos y estanques sólo si ya sois nadadores experimentados.
- La hipotermia puede llevar a calambres musculares: cuanto más fría sea el agua, es aconsejable pasar menos tiempo en ella.
6. Pobreza
En Suiza cerca de 600.000 personas están consideradas como pobres (Swissinfo), un 7,7% de la población. Cerca de 590 no disponen de ingresos suficientes para asumir los gastos de comida, ropa, transporte, vivienda o seguros (y lo que es más increíble, es que muchos de ellos tienen un trabajo). El umbral de pobreza en Suiza se sitúa en 2.200 CHF para una persona sola, y en 4.050 para una familia con dos hijos.
Existe un proyecto de integración de los marginados llamado gira social por las ciudades. Durante un par de horas, en una visita guiada a Zúrich, te relatan la vida diaria de los excluidos del sistema, con el propósito de romper con los prejuicios.
En el cantón de Zúrich se calcula que son 99.390 personas en 2011 las que están debajo del umbral de la pobreza. Si te interesa saber más sobre cómo ayudar como voluntario, puedes mirar en la web de Caritas. En la ciudad de Zúrich recibieron las ayudas sociales (AHV-Zusatzleistungen) en 2013 unas 11.510 personas.
Y eso es todo por hoy… dejad vuestros comentarios si queréis aportar algo a estos temas!
En «tó el centro» de Londres hay una especie de urinarios-alcantarilla que emergen de las profundidades en las noches de los fines de semana para que la población, masculina en este caso, no se mee por las esquinas.
Jajaja, vaya, gracias, no lo sabía!!
Ains…. Los WC del Soho…. Cuántos recuerdos! :_)
Buenos días, qué comentario más madrugador!! que tengas un precioso martes, Ociore!!
Osea, que yo tenga que volver de tu país para que tu me expliques el mío… Genial!
Sarah! jajaja, tú sabes mucho más de Barna que yo!!(y de Suiza, estoy convencida que también). Te veo luego, un beso!
Lo de «los huevecillos» es un gran problema por lo general en la sociedad suiza. Se ha luchado tantísimo por la libertad de la mujer que ahora la tendencia es la otra.. son los hombres quienes pierden libertades.
Te pongo un ejemplo…… Una niña pega a un niño en el cole, niño se defiende y eso está muy mal, porque a las niñas no hay que pegarlas.
Y así empieza todo, desde edades tempranas.
Lo que está pasando es que no hay igualdad, es que hay tanto feminismo que se están perdiendo los derechos del hombre, por ese «respeto» que hay que tener por las mujeres, que veo bien que haya que tener respeto.. pero si una niña pega a un niño… el niño tiene que poder defenderse, sino pasa que en la disco ninguno se atreve a hablar con las chicas «por falta de huevecillos».
Muy bueno este post, me ha gustado mucho.
Un saludo
Ya Verena, ese es el problema eterno; que en la búsqueda por la igualdad de derechos, nos dejemos de lado los sentimientos, los juegos, o simplemente hablar a la gente (con intención de ligar, de hacer amigos, o de ser simplemente educados).
Tampoco hay que confundir feminismo, que busca sólo la igualdad, con hembrismo, que es un poco lo que describes en tu ejemplo.
Es muy difícil conseguir un equilibrio, pero que hay que luchar por ello.
Gracias por tu comentario, un saludo!
No me cansaré de decir que a veces en suiza se tiene demasiado respeto por los demás, que por respeto se convierten en amebas que no se relacionan con el entorno. Yo es que soy muy parlanchina, y hasta en la parada del bus hablo con la gente, y algunos me miran en plan «dioos miooooo pero que me está hablando!!! que no se hace!!!!» jajajajaja
Y si, es un equilibrio muy difícil …. Yo espero que la balanza no caiga demasiado al otro lado y que los hombres no pierdan los huevecillos por completo. Los extremos nunca son buenos.
Un saludo!
Yo también hablo por los codos, algún día nos expulsan del país por parlanchinas!