La semana pasada tuve el placer de pasar el día con mi amiga Gabi. Cuando nos juntamos, podemos pasar horas y horas hablando. Nos conocemos desde abril 2008, desde mi tercer día en este país y a ella le debo mi especial devoción por el cantón de Argovia.
La excusa que tuvimos fue la de visitar el mercado que tiene Lenzburg en su casco histórico. Son los martes de 7:30 a 11h todo el año y los viernes de 13 a 17h sólo de abril a noviembre.
Los chiles de la foto por cierto, tuve que buscar en google el por qué de esos tres colores… Numex twilight, es una planta pequeña con hojas verdes y sus frutos inician en verde, después con los rayos del sol pasan a la tonalidad púrpura, adquieren el color entre amarillo y naranja, finalizando en rojo cuando ya está maduro.
Lenzburg tiene unos 9.170 habitantes y no para de crecer. El casco histórico es muy intersante. Si vas a google maps podrás ver que tiene una forma de herradura.
El cine Löwen con la cartelera actual es un clásico. Al castillo no subimos, así que es una cuenta pendiente. Dicen que es uno de los más bonitos y mejor conservados de Suiza. Tiene además la leyenda de que un dragón tenía en ese monte su morada. Dicen que los caballeros Wolfram y Guntram lo exterminaron y construyeron allí su vivienda.
Toda buena charla necesita de un café. Como el rollito «cupcake» queda genial para las fotos y para el «postureo», fuimos al Feines Kleines. Y es que además lo que hacen está bueno. Soy de las que siempre digo que donde esté una magdalena, que se quiten las pijadas esas del «butter cream». Pero vale la pena probar sus dulces.
Aprovechamos además para hacer compras en una tienda de artesanía (anillos hechos con tenedores o cucharas, cajitas de madera, abalorios de cristal, paños de cocina, encajes de bolillos, etc). El lugar se llama Arte Vetro y bien vale la pena una visita.
En Lenzburg existe un edifico que se llama Malaga-Haus, y queda en frente de la Villa Malaga. El origen tiene que ver como lo habréis adivinado con el nombre del licor, y es que la historia de ambos edificios están ligados a la de la familia Zweifel, conocidos por su bodega de vinos importados, también los españoles. El muro que veis en la foto es lo único que queda, ya que está integrado como anexo a la sede de la policía cantonal y del tribunal. Más sobre el tema en este artículo.
De ahí nos fuimos en coche a Schinznach Dorf, para visitar los viveros Zulauf. Es una maravilla de centro especializado en jardinería. Si os encantan las flores, la decoración o si tenéis un huerto urbano, añadidlo a la lista y disfrutar de unas horas de consumo verde. Lo querrás todo: herramientas, macetas, bulbos, semillas, libros de jardinería, etc.

Para ver más fotos de la visita, podéis ojear el blog Friesenberg (y sed indulgentes con mi alemán).

Me encantó el apartado dedicado al DIY, un mini jardín maorí, en casa, dentro de una jarra de cristal. Otra forma sencilla para decorar y relajarte.


Estos viveros tienen además de la sección de venta algunos atractivos interesantes para disfrutar con la familia. Un ejemplo son la cantidad de eventos y cursos que tienen para adviento y navidades: desde talleres de creación de velas, o de objetos decorativos, pasando por un mercadillo navideño, por un tren a vapor, etc.
¿Habíais estado alguna vez en Lenzburg o en Zulauf?
Estuve el otro día, pero me parecía feo te enteraras que había estado en Suiza y no había pasado a verte…
Oye, muy chulo el pueblete. Y Wolfram, el mejor nombre de la historia.
Y serías capaz de venirte a Suiza sin avisarme? Anda corre a «esmorsar» con el melón y aprovéchate que lo tienes hasta el lunes por la terreta.
Un besset
Preciosa la visita, si me gusta la virtual en persona debe ser un lugar fantástico…
PD: Sigo ojiplática con lo de los pimientos…en mi tierra tenemos los de Padrón…esos no cambian de color, algunos te ponen a ti morado pero nada más….jajajaja….;)