Hoy hace 9 años que llegué en Suiza. 3 de abril de 2008. La segunda vez que venía a este país. La primera vez que pisé suelo helvético fue con Carol, que pasamos unos días en Ginebra. La segunda vez me vine con dos maletas y una beca bajo el hombro, sin piso, sin amigos y con un A1 de alemán. Llovía, recuerdo que llovía mucho cuando bajé del avión. Aterricé en Basilea, vine con un vuelo de bajo coste. Recuerdo que la segunda maleta me la «coló» Nuria, que en aquel entonces estaba trabajando en el aeropuerto, con aquella compañía que precarizaba los puestos de trabajo (otra más).
Nunca se me olvida esa fecha. Es el cumpleaños de mi madre. Mi madre se llama Amparo, y hoy cumple 58 años. Creo que este domingo harán una paella o uno de esos arroces «con cosas» que adoro (a la leña, por supuesto) y para las velas, una tarta de Elche (es de almendra y merengue). O como es Domingo de Ramos, igual hacen otro plan. Estarán mis hermanos y mis sobrinas. Y yo estoy aquí, en Suiza. Asumiendo mi elección, con las renuncias que tanto duelen.
Si pongo en una balanza estos 9 años, Suiza me ha dado tanto y me ha quitado otro pedacito. No pude despedirme de mis abuelos, no pude estar en todas las bodas, ni en todos los cumpleaños, ni en los nacimientos, ni en los momentos en los que mis amigos o mi familia me han necesitado. Pero Suiza me dio otras bodas, otras celebraciones, otros acontecimientos. Y yo elegí. Elegí quedarme un poco más.
Elegí quedarme en este país que me acogió y me ha dado trabajo, y al que traté de duro, soso y aburrido. Elegí no regresar aún a esa España que amo, pero que me ha dejado de lado. No, no soy de esas a las que el sistema echó. Yo me fui porque quise. Me vine a Suiza por amor, por aventura, por aprender, por mejorar. Y ahora ya no puedo (no quiero) volver si las cosas (todo es política) no cambian.
En casa de mis padres habrán madurado ya los nísperos, olerá a salvia y a azahar.
En mi casa, que es aquí en Zúrich, tengo trabajo, tengo muchos amigos. Hay tardes de cervezas en el río, mediodías de cafés y tartas, noches de risas, cenas improvisadas, desayunos en la huerta, picnics en el lago, excursiones a la montaña, escapadas en bicicleta, mi familia granatera, mis primos «italianos», mis amigas suizas, mis single ladies. Pero no está mi familia conmigo, ni Melina, ni Nuria, ni Rosa, ni Vir, ni Manoli, ni Phanie, ni David, ni tantos. Y es esa sensación la que me aturde en un día como hoy. El pensar que nunca estaré al 100% satisfecha con lo muchísimo que tengo. En que como emigrada, ya no pertenezco totalmente a un lugar. Ya ni soy ilicitana, ni valenciana, ni española, ni suiza, ni siquiera soy una verdadera zuriquesa.
Y sin embargo sé que lo que siento, no es algo que sólo padezca yo. Sé que no estoy sola, que no estoy triste pese a lo que parezca al leer estas líneas. Sé que vine un 3 de abril, y de alguna forma hay que celebrarlo. Bueno, un poquito triste sí que estoy, pero porque querría estar abrazando a mi madre en un día como hoy.
Ains Yoli 9 años!! Hace poquito celebré mi segundo aniversario suizo, y de momento para seguir. Aquí empezamos a tener algo de estabilidad y no veo que las cosas estén mucho mejor allá como para volver (a no ser que surja alguna buena oportunidad). A mí este país me ha tratado bien y a pesar de que aún me cuesta adaptarme a los horarios y encontrar más gente afín, no me arrepiento de mi decisión. Además que España está cerca!! Indudablemente cuando salimos de España hay cosas que vamos a perder y otras tantas que vamos a ganar pero yo siempre me quedo con el balance positivo. Así que, feliz suizocumpleaños!!!!
Para encontrar amigos, hay que tener paciencia y apuntarse a muchas asociaciones de temas que te gusten. Ahí puedes encontrar a gente afín. Ya lo de volver, es lo que veo mucho más difícil. Pero aún tengo esperanzas en que sea todo mejor.
Un abrazo muuuuuuuuuuy fuerte para ti y para tu maromo.
Que bien resumes el sentimiento de tantísimas personas, aunque yo llevo en zurich 6 meses me fui de Gijón hace 11 años con 22 añitos y no lo has podido expresar mejor. Un besazo y feliz cumple a tu mami
Hola Bea,
muchas gracias por escribir. Sabía que no estaba sola con estos pensamientos. A casi todos los que emigramos nos suele suceder.
Un abrazo virtual
Waoooo cuantas verdades, una vez más me identifico con tus comentarios, gracias por tu trabajo Urra!
Muchas gracias Víctor por tus palabras! Esto me anima!
Querida Yoli…gracias por un texto tan claro y sensible que pone a la luz nuestros sentimientos… la nostalgia que siempre nos acompaña…
Querida Chantico
la nostalgia está ahí, y a veces nos permite ser creativas y hacer mejor las cosas para que valga la pena estar aquí.
Un abrazo
Ay mare, nueve años ya (una comunión)…
Yo creo que si lo pones todo en una balanza, sales ganando de largo. Alegrías y penas son dobles, pero tú tienes muchas más de las primeras.
Siempre nos enseñas temacos musicales del recopón, pero los Black Keys son de otro nivel.
Ánimo, valiente:
El Benavente que no falle.
Cuando vengan los Black Keys a Suiza, subirás a verme???
Un abrazote, copón!
Tengo en Zürich a mi madre y a mi hermana y buscando algo donde ir hoy, me he topado con un ‘3 de abril’. Me ha dado por leerlo, no sé porqué. Y me ha emocionado, me ha emocionado porque me siento tan identificada con lo que cuentas…
Muchas gracias por escribir, por transmitir tan bien y por dejar emocionarnos.
Muchísimas gracias Lola por tus palabras! Espero que tanto tu madre como tu hermana estén disfrutando muchísimo de Zúrich. Y que tú también vivas esta experiencia como emigrante, como una etapa bonita.
Un abrazo
No suelo poner comentarios en blogs pero he leído este post por casualidad y me siento muy muy identificada, sobre todo porque soy valenciana. Llevo 5 años en Baden y como bien dices nunca vas a estar 100% satisfecha, al igual que en España tampoco lo estarías. Me gusta pensar que estando en Suiza tengo las montañas (no podemos negar que es un país precioso) y cuando voy a Valencia, tengo el mar. Estando en Valencia no podría disfrutar de las dos cosas. Esas pequeñas cosas como el olor a azahar, el olor a mar, la comida, el azul del cielo, el sol, un abrazo de tu madre.. no las tienes todos los días y pone triste. Así que cuando se vuelve a España unos días todo se disfruta el doble!! Como bien dices, nosotros elegimos. Así que de nosotros depende elegir ser felices estemos donde estemos. No estas sola!!! Un abrazo! 🙂
Muchísimas gracias por escribir en este blog! Me encanta que te hayas animado a hacerlo.
Me quedo con tus positivas palabras. Un abrazo muy fuerte!