Ya ha nacido mi pequeña y reordenando la tarjeta de memoria, para hacer paso a nuevas fotos del día a día, me he dado cuenta de que tengo muchas fotos de mis escapadas junto a mi chico a su ciudad, a Sevilla. Y que aún no había publicado los sitios que más me gustaron cuando fui en 2018 y 2019 (este año que ha acabado no hemos bajado ni a Elche ni a Sevilla).
Ahora en tiempos de pandemia, solo cuento las horas de que podamos volar pronto, con nuestra peque, cuando sea más prudente, y que conozca a sus yayos (abuelos), sus tíos y tías, sus primos, y las calles de las ciudades donde su padre y su madre desarrollaron su infancia y juventud, aunque sea Zúrich el lugar en el que viven en la actualidad.

Qué visitar
La Plaza de España
La Plaza de España de Sevilla, semi-elíptica, se construyó entre 1914 y 1929 para la Exposición Iberoamericana, dentro del Parque de María Luisa. Destaca toda la decoración cerámica que en los últimos años ha ido siendo restaurada. Hay 48 bancos en la plaza que representan a 46 provincias y las islas Baleares y Canarias, en orden alfabético.
Puede que es suene el lugar por varias películas que fueron rodadas allí: Lawrence de Arabia (representado El Cairo), Star Wars, la del Ataque de los Clones (planeta Naboo) y en El Dictador.
La entrada a esta plaza es gratuita. Puedes subirte a las barcas de remo que puedes alquilar, por horas, minutos, etc. Dentro de la Plaza está el Museo Histórico Militar,
El parque de María Luisa
Es un pulmón verde de la ciudad y Bien de Interés Cultural. Lo donó la infanta María Luisa de Borbón en 1893 a la ciudad. Tiene estanques, fuentes, monumentos, y una variedad de aves como pavos reales, cisnes, patos, etc. La entrada al parque es gratuita. Alberga en la parte sur, el Museo de Artes y Costumbres Populares (en un edificio de 1914), cuya entrada es gratuita para ciudadanos de la UE, y cuesta 1,5 euros para el resto (por el covid, actualmente no hay visitas en grupo, de lo contrario se realizaban con voluntarios por la mañana, y había que reservar previamente). También está el Museo Arqueológico de Sevilla, edificio acabado en 1919, de estilo neo-renacentista y actualmente está cerrado por reformas.
El Real Alcázar y sus jardines
Se trata de un lugar muy concurrido en situaciones normales, al que vale la pena ir pronto y por supuesto, para el que os aconsejo comprar las entradas de forma anticipada (con el coronavirus, la opción de comprar las entradas online y nominativa es la única válida y solo permite 1/3 del aforo). El sitio oficial es éste. La entrada de adultos cuesta 11,50 euros.
La Catedral y la Giralda





Lamentablemente desde el 3 de noviembre se suspendieron las visitas por el Covid y solo se puede acceder a sus misas. La entrada cuesta 10 euros (reducida 5 euros), y si queréis Audioguía, son 4 euros más. La Catedral de Sevilla es la catedral gótica más grande del mundo. Declarada en 1987 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco cuenta con 5 naves y 25 capillas, dentro de las cuales hay obras de célebres pintores (Valdés Leal, van Lint, Alonso Cano, Franck el Joven, Bartolomé Esteban Murillo, Zurbarán, Goya, etc). Acoge los restos de Cristóbal Colón, Pedro I el Cruel, Fernando II el Santo y Alfonso X el Sabio. Destacan sus vitrales, la rejería, las portadas, los retablos. Vale la pena su visita.
La Giralda es la torre y campanario de la catedral de Sevilla. Mide 104 metros y por eso es visible desde gran parte de la ciudad. Destaca también el Patio de los Naranjos, dentro de la catedral, que era originalmente el patio de las abluciones de la mezquita.
La Torre del Oro


La Torre del Oro es una torre de 36 metros de altura, del siglo XIII, para defender el puerto en el Guadalquivir. Había un tramo de muralla que la unía a la torre de la Plata (hoy en día no se puede apreciar bien dicha torre si no la buscas en la calle Santander, cerca de unos apartamentos, delante de un parking y por eso es una gran desconocida).
Las Setas de la Encarnación

Las Setas de Sevilla o proyecto Metropol Parasol del arquitecto Jürgen Mayer es la estructura de madera más grande del mundo y está en la Plaza de la Encarnación. Arriba, a 28 metros tiene un mirador con vistas de la ciudad (5 euros) y en el sótano podéis visitar El Antiquarium (entrada 2 euros), restos arqueológicos del periodo romano y una casa islámica almohade.
Este edificio cuando se construyó fue objeto de polémica: por los sobrecostes, los arreglos que se le han tenido que hacer, la opinión sobre su utilidad, por romper con la estética con una «mole de hormigón» el casco histórico o que la madera no pueda resistir las altas temperaturas de Sevilla. Podéis leer más en este artículo.
Algunos sitios donde ir a comer
No tengo muchos consejos en este apartado, porque cuando bajamos a Sevilla, nos cocina la familia, desde pucheros o cocidos con su pringá o sus croquetas, pisto, ensaladillas, calabaza frita, pescaditos (y si es navidad, pues mariscos, sopas, asados al horno) o nos vamos con los amigos de barbacoa y nos ponemos hasta arriba de chuletas, chorizos, morcillas y tortillas gigantes y empanadas del kilómetro 1.
El Mercado de la Feria, Restaurante Lonja de Feria


Freiduría, paellas, pescaditos, mariscos, tapas. Nosotros pedimos un arroz negro que siendo alicantina, os digo que no estaba tan mal. Pedimos también pescaditos fritos para comenzar, y eso no lo encontramos tan rico.
Casa Batato
Cerca de la Avenida de la Buhaira, se encuentra este restaurante de tapas, con unas coquinas (nosotros en Alicante las llamamos tellinas), unos boquerones, unas croquetas riquísimas, pero con algo tan sencillo como huevos fritos con tomate, que levanta el ánimo a quién lleve horas y horas paseando.
Dónde ir a hacer compras o algo diferente
Flor de Sal:

Flor de Sal es una vinoteca, tienda, en la Calle Luchana, 8, donde se realiza a menudo cata de vinos. Nosotros fuimos un viernes a una cata de quesos y vinos, que estaba deliciosa, pero las hacen de diferentes tipos. Ahora en tiempos de pandemia, esas catas están suspendidas hasta enero 2021.
Zalez



Para comprar algún regalito especial, como fundas de almohadas, carteras, neceser, o retales de telas para hacer manualidades, podéis visitar la tienda online de Núria González, una apasionada de las telas, la costura y el diseño. Tuvo una tienda en Sevilla, pero ahora su taller se trasladó a Mairena del Aljarafe y ya solo venden online.
La Campana
Confitería La Campana está en la Calles Sierpes y es un local bonito (el exterior es art-decó), fundada en 1885, con unas vitrinas llenas de dulces. Me gusta comprar aquí cajas metálicas y que me las llenen de mantecados, tortas de aceite, cortadillos de cidra, etc. Pero el resto de dulces son también deliciosos.
Excursiones cerca de Sevilla
Itálica en Santiponce



Itálica son los restos romanos de una ciudad fundada en 206 a.c. por Publio Cornelio Escipión, el Africano. Fue la cuna de los emperadores Trajano y Adriano. Fue una nueva ciudad que llegó a tener alcantarillado, servicios… una las más avanzadas del mundo romano en su momento. Se puede visitar con un guía. La entrada es gratuita para ciudadanos de la Unión Europea, el resto paga 1,50 euros.
Además en Santiponce población se pueden ver los restos del teatro romano, termas mayores (de la época de Adriano) y las menores o de Trajano, pero el exterior sí. Ojalá en un futuro los habiliten para poder ser visitados.



Carmona



Nuestra ruta comenzó en el Alcázar de la Puerta de Sevilla, donde en la oficina de turismo nos informaron de la posibilidad de apuntarse a la visita guiada en español que empezaba en poco tiempo. Visitamos el Alcázar (2 euros por persona, reducida 1 euro), varias iglesias y un museo. Desde dicho Alcázar podremos ver la Parroquia de San Pedro, de la que destaca la Giraldilla, es decir, la torre, por su similitud con la Giralda de Sevilla.


Pasamos por la Plaza San Fernando, el Convento de Santa Clara. Entramos en la Iglesia Prioral de Santa María (no recuerdo ahora el precio, pero valía la pena verla). Visitamos el Museo de la Ciudad, que es un museo arqueológico dentro de un palacio del s.XVI. Y luego nos tomamos una tapa (un serranito) en el Café Santa Catalina de la Plaza del Mercado de Abastos.


Y comimos en el Molino de la Romera, con sus luces (Michelin lo ha destacado este año 2020) y sus sombras. La familia de mi chico nos habían recomendado el Mingalario, para disfrutar de su bacalao y sus carnes, pero vimos que este local tenía buena puntuación en los rankings de reputación (la próxima vez les haremos caso a ellos). Pedimos bebidas, una tapa de queso payoyo, un surtido de ibéricos, que estuvo muy buena. Un tomate relleno que fue decepcionante (frío, sin relleno apenas, sin sabor), la presa ibérica que estaba rica: pero tardaron una barbaridad en servir las comidas, llegaba todo muy espaciado en el tiempo, se olvidaban de que habíamos pedido el agua y cómo veis en la foto, el restaurante no estaba lleno.




Seguimos hasta el Parador de Carmona (dentro del Alcázar del rey Don Pedro) donde disfrutamos de café y postre. Y paseamos hasta la Puerta de Córdoba.



Y para finalizar, nos tomamos un chocolate calentito, pasando ya el teatro Cerezo, y después fuimos a la Alameda de Alfonso XIII a pasear.

Luego fuimos a comprar torta inglesa (un postre que consiste en bizcocho, relleno de cabello de ángel o de chocolate, con hojaldre, azúcar glas y canela) a la Confitería Las Delicias, pero había tanta cola de gente esperando, que tomamos el coche al polígono y compramos una en la panadería de la Calles Ebanistas. No hice ninguna foto de las tortas inglesas, porque te las hacen el momento con lo que les pidas, pero sí de las palmeras que tenían una pinta deliciosa:
Nos quedamos con ganas de volver y visitar la Necrópolis romana, entre otros lugares como la tumba de Servilia, el anfiteatro romano, etc.