En Alemania, en la frontera con Suiza existe un pueblo con encanto al que vale la pena visitar. Se llama Bad Säckingen.
Se trata de un destino junto a Laufenburg o a Waldshut dónde mucha gente se acerca a comprar, porque sale más barato que comprar en Suiza. Ya nos dieron consejos sobre comprar Alemania Sal de casa, una jerezana en Zúrich y La vida en Suiza, así que yo no voy a repetirlos.
Yo suelo ir a Alemania a comprar una o dos veces al año, especialmente productos que no encuentro aquí en Suiza. También porque me gusta combinar el turismo de compras con el visitar algún mercadillo navideño o a algún casco histórico. Pero es cierto que es una conducta que muchos suizos ven con cierta antipatía (aunque también ellos la practican, ojo). ¿Motivo? cobramos sueldos en Suiza, y sin embargo vamos fuera a comprar. De esa forma olvidamos que los comercios y las tiendas aquí pagan los alquileres suizos, los aranceles, los impuestos y los salarios de su plantilla en Suiza. Daría para un extenso debate, pero ahora sólo me voy a detener en el relato hedonista de una excursión.
Bad Säckingen tiene apenas 17.000 habitantes, y un casco histórico muy bien cuidado. Hay varias calles peatonales y un parque (Schlosspark) que son de obligada visita.
Fue San Fridolin quien la fundó en el siglo VI:
Primero construyó un monasterio y una iglesia. La basílica o Fridolinsmünster es posterior (del siglo XVII), pero construida sobre los cimientos de una iglesia anterior. Aún conserva de hecho una cripta del siglo XI.
Otro de los elementos más llamativos de la población es su bonito puente cubierto de madera:
El puente mide 203,7 metros y es el más largo de Europa de estas características.
En la población destacan muchos monumentos. La torre o Diebsturm:
Se trata de una torre en la muralla de origen medieval. Theodor Bally mandó reconstruirla en 1864 en estilo neogótico. Actualmente se utiliza para fiestas y bodas. Paseando por la ribera del río, puedes acceder a las escaleras que dan al parque. Y de ahí acercarte a un bello y tranquilo cementerio.

Se utilizó entre los años 1815 y 1958 y desde 1993 es un monumento protegido.
Dentro del parque podemos ver además este palacio: Schloss Schönau. Hoy alberga el museo de instrumentos de viento y el Hochrheinmuseum.
También tenemos la casita del té:
A lo largo de nuestro paseo vamos a ver muchísimos carteles o rótulos publicitarios. Ya hice una vez una entrada declarando mi admiración por tal bellos carteles.
Pero existe algunos rótulos y algunas estatuas que nos llaman más la atención que otras: las de trompetistas.
Y lindos gatitos:
Ahora voy con los gatos y los trompetistas, pero comienzo con los libros de la fotografía. Se trata de una de esas librerías de préstamo de libros gratuito (Bücherschrank), organizado por la biblioteca municipal y la oficina de turismo.
Y continuando con el mundo de los libros, todo se inició con Joseph Victor von Scheffel (1826 a 1886), que escribió el libro en 1853 El Trompetista de Säckingen, o Der Trompeter von Säckingen. Se trata de un poema que narra el amor entre Franz Werner Kirchhofer y la hija de un noble, María Úrsula de Schönau. De ahí se convirtió en una ópera en 1884 y se rodó una película en 1918.
En cuanto al gato, se trata de un personaje que aparece en la obra (Kater Hiddigeigei) y por eso está inmortalizado en esculturas en la población.
Después de pasear, y de comprar libros, ropa y muchas hanutas, hicimos la parada técnica obligatoria para comer:
Elegimos para comer el restaurante Fuchshöhle, pero nos fue muy difícil decidirnos, porque nos gustaban todos los menús del mediodía. Al final nos decantamos por una parrilla de pescado, acompañada de patatas y de verduras del tiempo. Y regado con Sauser (mosto de la uva, que tiene alcohol, pero aún no es vino). Salimos a 30 euros por cabeza.
Qué buena pinta! Me la apunto para este otoño 😉 Gracias por la mención, chiqueta! Besos
Te estoy contagiando el chiqueta o «xiqueta»? Besotes
Hola Zuriquesa i Encontre de casuaidad esta pagina tuya. Me gusta. Gracias por toda la recopilación de infos y fotos e impresiones personales que nos compartes.Es interesante ver el mundo por otros ojos. Este mes de octubre el bosque y los campos se visten de otoño. Congusto me apuntaria a un paseo lindo. Si sabes de gentes o alguien tranqui, de mente abierta y curiosa como tú,^que salga este finde o el que viene por haí, tal vez me apuntaria.Solo me da mas pereza moverme. Ja ja ii Una pregunta, lo de ese apodo de Zuri _quesa es por que tienes mucha aficion al queso ? Entonces supongo que ya visitaste Gruyeres verdad ? Ja ja ii
Valla mirando esto, descubro atraves del blog que mañana 15.10.2016 es el Käsefest Luzern, Lo conoces ? Merece una visita ? Tienes otras sugerencias de eventos o lugares para ir este finde o el proximo, yo vivo en Zurich, correo : lisuvilla@gmail.com ? Como eres amable e informada me atrevo a preguntarte. Se agradecen ideas ii Gracias de nuevo.
Saludos i Miguel
Hola Miguel, bienvenido! Disfruta del fin de semana y de ese paseo.
Si te gusta el queso, sí, no puedes faltar a los mercadillos del queso.
Ya he visto que has mirado en la agenda.
No es la única, recuerda que tienes toda la información en la web oficial de Suiza:
http://www.myswitzerland.com/es/noticias-ofertas/eventos.html
Que yo no lo pongo todo, pongo sólo lo que me gusta.
Disfruta!
Un saludo
Supongo que elgieron gatos y trompetas porque las flautas y las raticas ya e las habían pillado antes los de Hamelin…
Ya localicé los gaticos, ahora me faltan sólo los monetes.
Pues sí, en Hamelín con el flautista, o en Bremen con los animales músicos, ya se han cogido mucha fauna.
Un besote