Escapada a Ginebra y Lausana

Este fin de semana ha sido muy intenso y las maravillosas temperaturas otoñales nos han acompañado en esta escapada… Quizás os puedan servir algunas de mis recomendaciones para que organicéis vuestras excursiones a la Suisse Romande.

El sábado maromo y yo madrugamos y aprovechamos una oferta de tren de la SBB (los famosos Sparbillette) para desplazarnos a Ginebra. No se trataba de un viaje espontáneo. Íbamos con un propósito muy claro, participar en la charla+presentación del nuevo nodo de Marea Granate Suisse Romande. Pero aún así aprovechamos muy bien el día. Una vez que llegamos a la estación de tren o Gare vimos el exterior de la Basilique Notre-Dame de Genève que es católica, y nos dirigimos al Manor de Cornavin (sí, vale, no es algo turístico, pero mi novio quería ver cómo habían quedado las tiendas que había diseñado en 3D para la empresa en la que trabaja). Minutos después nos dirigimos al casco histórico paseando por la Rue des Corps-Saints hasta llegar a Place de l’Ile.

Rue des Corps-Saints con Temple de Saint-Gervais al fondo

Río Rhône

No era mi primera visita en Ginebra, ya que en enero de 2008 (antes de emigrar a Suiza) visité la ciudad junto a mi amiga Carol. Os podéis imaginar que las temperaturas no fueron en absoluto tan benévolas. Y lo curioso es que tengo que volver en otra ocasión porque me han faltado muchas cosas por ver (sólo echando un vistazo al post de Ociore veo que me faltan todos los edificios internacionales y la famosa silla de la pata rota, jejeje y el chorrazo de agua, me gustaría volver a verlo).

Vimos el famoso reloj de flores u Horloge Fleuri.

Paseamos por el Jardín Inglés… y subiendo por la Rue d’Italie nos acercamos a las calles de las tiendas (Rue de Rive y aledañas) hasta la Place de la Madeleine, que es donde está el tiovivo.

Fuimos ascendiendo a la catedral o Cathédrale Saint-Pierre, que aún continúa en obras.

Hicimos la parada obligatoria para zamparnos unos ricos crêpes en el Café Saint-Pierre:

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Y callejeamos por la plaza Cour de Saint-Pierre, Rue Jean-Calvin, Rue de Granges, Eglise Saint Germain, hasta llegar el edificio de la cancillería o Chancellerie d’Etat y el edificio de los archivos o Archives d’Etat (que fue un arsenal), que bajo su porche tiene unos cañones y unos bonitos mosaicos.

Las vistas desde la Promenade de la Treille son fabulosas y alberga el que es conocido como el banco más largo del mundo (banco de sentarse, no de acumular dinero, que de esos hay muchos). Esta tarde de sábado sus 120 metros estaban ocupados:

Llegaba el turno de visitar el Parc des Bastions que es dónde se encuentra el Monumento a la Reforma con las estatuas de los Reformadores, y además la Universidad de Ginebra.

En la Place de Neuve podemos ver el Grand Théatre, el Museo Rath, el Conservatorio de Música y la conocida Brasserie Lyrique (dónde comí la otra ocasión que vine con Carolina).

Grand-Théatre

Por la Rue Saint-Léger nos tropezamos con esta fotografía antigua:      

Continuamos paseando hasta la preciosa Place du Bourg-de-Four (es la plaza más vieja de la ciudad):

Y regresamos al lago para reencontrarnos con nuestros amigos.

Aquí el monumento Brunswick, que es un mausoleo neo-gótico.

Juntos fuimos a hacer la presentación y además disfrutamos de una maravillosa cena en A Nosa Galiza

nosagalizaNo puedo poner un comentario bajo esta foto sin salivar…

A continuación veréis unas fotos de mi viaje en 2008, para que veáis que bonica que era de joven (y un poco payasa también), y para ver el Jet d’Eau y la Estatua de Sissi (que fue asesinada en Ginebra)

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142 y la Iglesia Rusa (como véis todo el día nublado o lloviendo):

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Volviendo ya a 2015, jijiji…

De nuevo cogimos el tren a Lausanne dónde los diferentes granateros zuriqueses fuimos acogidos por los granateros valdenses (genticilio del Cantón de Vaud, ¿no?). Muchas gracias Carlos por tu hospitalidad.

En el viaje anterior que hicimos con Melina y Santi a Lausanne en verano 2011 nos alojamos en el hostal Lausanne GuestHouse (que para mochileros o grupos de amigos es muy cómodo). Algo que me encanta de Lausanne es que cuando te alojas en algunos de sus hostales u hoteles, te dan una tarjeta de transporte para todos los metros y autobuses de la zona.

Ginebra nos gustó, pero Lausana en otoño nos enamoró.

Como no dormimos juntos, si no que nuestros amigos estaban en Renens y nosotros en la calle Echelettes decidimos salir a pasear hasta Le Flon (es un barrio se encuentra en un valle de la ciudad, por la que pasaba el río Flon, que ahora se encuentra soterrado).

(la línea del metro 2 en Flon y su jardín vertical)

Continuamos paseando por la Route de Bel-Air, para apreciar los bellos edificios de la Poste y de la Banque Cantonale Vaudoise y la iglesia Saint-François.

Las vistas sobre el lago son espectaculares y los edificios son majestuosos:

Y nos acercamos al Café St-Pierre para desayunar, pero era imposible porque como buen local de moda, domingo y archifamoso brunch: no había ningún lugar libre hasta al menos 2 horas después. Desayunamos entonces en el Happy Days, una «formule petit dejeuner» compuesta de un zumo de naranja más café y croissant o pain au chocolat por 5 CHF cada uno.

Una vez que habíamos cargado las pilas (con el sol y el café) nos fuimos a Ouchy en el metro 2.

Las vistas eran espectaculares: niebla sobre el lago, algunas cumbres nevadas, los tonos de los árboles cobres y rojizos, las terrazas de Lavaux al fondo…

Hasta los osos son virtuosos en Lausanne!!

En la visita anterior fuimos a pasear a las playas de Vidy y también subimos al Museo Olímpico. Si quieres saber más sobre el tema, echa un vistazo a lo que han escrito Aliciaexpulsada y Ociore sobre su visita a Lausanne (tienen unas fotos preciosas).

Se hicieron las 14h y ya de nuevo en la Place Riponne, en el centro encontramos a nuestros amigos y nos fuimos a comer juntos. En este caso en uno de los locales favoritos de los estudiantes (en verano sacan una terraza y todos los jóvenes hacen «botellón» en las escalinatas de la catedral).

(las hamburguesas en The Great Escape estaban riquísimas y cuestan entre unos 14 y 19 CHF).

Subimos a la Catedral y continuamos callejeando por el casco antiguo.

(detalle apreciable desde la plaza de la Catedral)

(Rue Mercerie)

(Place de la Palud con Hôtel de Ville)

Y ya cuando anochecía, cogimos el tren de vuelta a Zúrich, y con ganas de revisitar de nuevo estas dos hermosas ciudades. Y vosotros, ¿cuáles son vuestros consejos?, ¿qué me recomendáis para la próxima visita?

9 comentarios sobre “Escapada a Ginebra y Lausana

  1. Hey! Gracias por la cita. Me alegro de que pudiérais disfrutar de Ginebra y Lausana con un tiempo tan estupendo. Para mí tienen un carácter muy distinto, y no sabría elegir una (y no tengo que hacerlo! jaja). De Ginebra es cierto que te faltó pasar corriendo bajo el Jet d’Eau (aka chorrillo), ver el extraño barrio de Les Grottes o el bohemio Carouge, además de una visitilla a la ONU o un bañito en los Bains de Pâquis. A la próxima os hago de cicerone 🙂 De Lausanne me encanta el barrio de Flon, es súper alternativo y me encantan estas transformaciones de espacios industriales a barrios modernos. Me alegró verte, y espero seguir la evolución de Marea Granate Suisse Romande. Un abrazo!

    1. Eyyyyy!! Muchas gracias por las super recomendaciones!! La verdad es que el chorro lo pude ver la otra vez que vine, pero claro, si repito mi visita el verano que viene…podré pasar por abajo, jejeje. Y por supuesto que acepto la guía encantada. Nos seguimos por las redes!!! Un abrazo

  2. Muy bonito todo. Bueno, todo menos la triste historia del oso acordeonista. No te diste cuenta, porque apoyaba el instrumento, y me estoy refiriendo al acordeón, sobre su regazo, pero se trataba de uno de los osos amorosos, más concretamente el que llevaba una jeringuilla dibujada en la barriga, si es que el tío ya apuntaba maneras. Durante la gira del espectáculo «Los Osos Amorosos» toman Suiza, tras una actuación desastrosa que fue vapuleada por la prensa, nuestro amigo desapareció del grupo sin dejar rastro. Desde entonces, sobrevive de las limosnas de los turistas.

    Y mañana, la historia del heavy de Camela.

    Un beso.

  3. Tuvimos la misma idea: salir a disfrutar el hermoso noviembre que nos están regalando este año. 🙂
    Nosotros estuvimos cerca… Nos fuimos a Gruyeres, con nuestra amiga Ana y su niño de 2.5 años, que están de visita. Entramos en el museo HR Giger, por fín! El niño estuvo viendo «tiburones» todo el rato, aunque si te soy sincera, yo no los ví por ninguna parte, jajaja.

      1. En cuanto pueda Yoli! Ahora mismo estoy hasta los topes de actividades con la visita, jajaja. Aunque te voy adelantando que no pudimos hacer fotos dentro del museo… :S

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